Algo que debes de saber...

Algo importante, yo creo que lo mas importante, de el amor es aprender a dar.

No eres agua, eres miel, no te des a cualquiera sino date a cucharadas, pero cuando te des, que sea por completo, sin reservas ni medidas pero solo a aquel que sepa lo dulce que puedes ser, solo así no te arrepentirás de haberlo hecho.            Siempre recuerda que de lo único que debes de arrepentirte es de lo que tu haces o no haces, lo que hacen los demás es su propio karma, si tu hiciste lo correcto y diste lo que tenias que dar, no hay motivo de vergüenza ni arrepentimiento.

Recuerda que amar es una elección libre, así como libre es la persona a quien amaras.            No intentes atar a una persona, porque es atar la relación, de que sirve tener un bonito bote anclado al muelle si no eres capaz de sentir en el la brisa del mar, el sol, el movimiento del agua, la tranquilidad de la nada.            Esta mas unido quien no tiene cadenas a el que esta prisionero, porque siempre desearemos lo opuesto a lo que tenemos y al final, no hay una formula, ni una receta, para asegurar a una persona, porque hasta las personas que están unidas con nosotros por lazos sanguíneos se marchan tarde o temprano.            Es mejor aprender a disfrutar el momento, a cerrar los ojos y sentir un beso, un abrazo, el calor de una mano, ¿que mas da si ayer no estuvo y si mañana se ira? Hoy esta, es lo que debería de importar.

Recuerda que el amor no solo se da en pareja, solemos olvidarnos de el amor que nos rodea, solemos relacionar la palabra amor a una relación de pareja, y olvidar, que el amor, un hombro en quien recargarse, un abrazo, un beso, también lo podemos encontrar en quienes nos rodean, finalmente, el primero contacto con el amor que experimentamos es al lado de nuestra familia, después encontramos amigos, que nos hacen aprender a ser empáticos y querer a alguien que no tiene una relación ADN con nosotros, y finalmente esta nuestra pareja, pero por encima de todas las cosas, nunca olvides el amor a Dios, porque al final, amar a Dios es amarse a uno mismo, y nosotros mismos somos lo único seguro que tendremos hasta el día que partamos de esta Tierra.